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Por qué no debes bañarte con lentillas

  • asopticasmadrid
  • 26 jul
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 29 jul

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Bañarse con lentillas no es en absoluto recomendable. De hecho, ni siquiera se aconseja ducharse con ellas puestas en casa. Las lentes de contacto están diseñadas para estar en contacto únicamente con su solución específica de limpieza y conservación. Cualquier otro tipo de agua puede dañarlas y poner en riesgo la salud ocular.


En verano, es común caer en el error de usarlas al bañarse en la playa o la piscina, especialmente entre quienes dependen de gafas o lentillas para ver bien. El miedo a desorientarse o a no encontrar la toalla suele ser uno de los motivos principales. Sin embargo, es preferible identificar un punto de referencia visual antes de meterse al agua, que arriesgarse a hacerlo con lentillas.


Los especialistas lo tienen claro, el contacto de las lentes con cualquier tipo de agua, ya sea del grifo, mar, río o piscina, puede no solo deteriorarlas más rápidamente, sino también favorecer la entrada de gérmenes presentes en el agua, poniendo en peligro la córnea.


Estos microorganismos pueden quedar atrapados entre la lente y el ojo, provocando infecciones como la conjuntivitis o incluso úlceras corneales. En los casos más graves, estas complicaciones pueden derivar en una pérdida de visión permanente.


Durante el verano, los casos de conjuntivitis tienden a aumentar. La exposición durante muchas horas al sol puede resecar e irritar los ojos, y factores como el cloro de las piscinas, la sal del mar, el incremento de alergias y la presencia de gérmenes en el agua contribuyen a que sea más frecuente en esta época del año.


Los oftalmólogos ofrecen varias alternativas para evitar el uso de lentes de contacto en situaciones donde estaremos en contacto con el agua, ya que esto puede aumentar el riesgo de infecciones oculares.


Una de las soluciones más recomendadas es el uso de gafas de buceo graduadas, adaptadas a la corrección visual de cada persona. Esta opción permite ver con claridad bajo el agua sin comprometer la salud ocular.

Otra alternativa es el uso de lentillas desechables diarias. Aunque no eliminan completamente el riesgo de infección, permite quitarlas y tirarlas a la basura inmediatamente después del baño, reduciendo así la posibilidad de complicaciones.


Si por alguna razón consideras inevitable bañarte con lentillas, es importante que mantengas los ojos cerrados o evites mojarte la cabeza. Además, es fundamental extremar la higiene: al salir del agua, lava las lentes de contacto con su solución adecuada y asegúrate de tener las manos perfectamente limpias antes de manipularlas.


Es importante tener en cuenta que estas recomendaciones también aplican al uso de lentillas durante la ducha o al entrar en contacto con agua del grifo, ya que puede ser igual de perjudicial tanto para las lentes como para los ojos.


Fuente: Cadena 100

 
 
 

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